¡Hola amiga manualista! Conservar a los clientes y ganar nuevos es un verdadero arte. Por eso, hoy quiero enseñarte algunos trucos sencillos pero efectivos que los harán fieles a tus creaciones. Pero antes de comenzar recuerda descargar nuestro Ebook, el cual se encuentra en promoción durante tiempo limitado y con regalos increíbles.

Puedes tener muchos pequeños detalles con tu cliente que a ti no te supondrán un gran esfuerzo y que harán que tu cliente vea que te preocupas por él, que te importa de verdad. Se trata de estar pendiente de su experiencia con tus productos y si tiene algún problema o si tiene algún reto, tener la confianza de hacértelo saber.

Este tipo de cosas, aunque parezcan pequeñeces, son súper importantes a la hora de establecer una buena relación con el cliente. Tienes que entender que el cliente va a ser como el motor de tu negocio. Entonces, presta mucha atención a tus clientes, cuídalos y también sé consciente de su importancia y de aquellos que buscan perjudicar tu emprendimiento.

Para ello, existen técnicas de reconocimiento. Por ejemplo, cuando alguien se queja, pero se queja de forma muy explicativa, te dice exactamente lo que le pasó, o cuál fue su problema; eso es un cliente que quiere que le ayudes a solucionar su problema. Pero cuando un cliente simplemente te dice cualquier cosa sin ningún tipo de interés en solucionar su problema y tú le preguntas: “¿En qué te puedo ayudar? ¿Qué puedo hacer para solucionarlo?” y la persona solamente está enfrascada en su problema y no te dice nada, en realidad te están indicando claramente que no tiene interés en solucionarlo, simplemente está tratando de sacar provecho de la situación.

Los dos puntos más importantes que tienes que tener en cuenta son el manejo del dinero y por otro lado, la atención al cliente. Estos son los dos pilares fundamentales de tu pequeña empresa. Muchas empresas se enfocan en conseguir nuevos clientes y se olvidan de mantener y fidelizar a los que ya tienen.

Obviamente conseguir nuevos clientes es importante, pero también se trata de ver cómo les puedes agregar más valor a los clientes que ya tienes. Por ejemplo, contacta a esa persona que te compró unos guantes y pregúntale qué tal le fue con ellos. Si esa persona tiene alguna sugerencia, escúchala con atención.

Recuerda esto: “Si te enfocas en conseguir nuevos clientes puedes ganar dinero, pero si te enfocas en hacerle seguimiento a tus clientes vas a ganar una fortuna”.

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